When Being Strong is Your Only Option

March 13, 2024

Teresa Ayingono.

Teresa Ayingono.

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Today, Teresa Ayingono is an accomplished professional, woman, and mother, but that wasn't always the case. For a long time in her life, being included and valued for her worth came with conditions. Through her strength, and the strength of other women who inspired and encouraged her to continue, she hopes to inspire others on Women’s Month.

From a very young age, Teresa knew being strong wasn’t optional for her because women must be strong. She also knew that as a woman, being included was not always guaranteed. As a child of teenage pregnancy, Teresa was raised by her grandmother until she was about 8 years old.

“It was only then that my mother came for me. My mother wasn’t lucky enough to have support, she had me very young, and, therefore, she could not continue with her studies,” she said.

Life with her mother wasn’t what 9-year-old Teresa had imagined. In efforts to provide for Teresa and her younger sister, their mother made food for them both to sell on the street after school, which meant on most days, they would only eat in the late evenings when her mother finally had money and food to prepare for their household. Besides seeing her mother struggle to make ends meet, she also saw her suffer through countless unsuccessful relationships, that included verbal and physical harassment.

"My mother has always been my inspiration because, despite everything, she never stopped fighting; she always had courage, willpower and the drive to overcome, and that is why I have always been inspired by her; she even sold her own clothes when she didn't have money to enroll me in school; and it is with the same strength that I face the situations of my own life,” shared Teresa.

It was then that Teresa set a goal, swearing to herself that she would do everything she could to better herself and finish her studies, and she did.

Before joining MCD in mid-2017 as a junior manager of monitoring and evaluation for the Bioko Island Malaria Elimination Project (BIMEP) in Equatorial Guinea, Teresa studied economic sciences at the University of Equatorial Guinea. When she was just a few steps from earning her degree, she became pregnant and had to pause her studies. At that point, she became financially dependent on her husband who, unfortunately, didn’t appreciate the knowledge and contributions that she brought to the household.

“Whenever we had a problem at home, I could not say a thing,” she recounted. “He would say, ‘You say this because you studied, so you think you know; what I say is the right thing to do because I am the man, and you are the woman, plus this is my house and in my house what I say is done.’”

“Inclusion would be achieved if we, as women, break the stereotypes, the ethnic barriers, the barriers of capabilities, opportunities, and race. If we break all these stereotypes, then I believe that women will be empowered.”

After her divorce, Teresa had the support of an aunt, who took her and her two daughters in while Teresa looked for ways to start over and provide for herself and her family. While working a shift in a supermarket, she saw an announcement on T.V. about an open position in the BIMEP and decided to apply.

“When I got called for the screening, I took off from work at the supermarket and went directly to MCD to take the exam. I didn't even have enough money to take a cab, so I got there late, and then I found out that the others were already taking the test. Thanks to the head of the organization here in Equatorial Guinea, Mr. Wonder Philip Phiri, country director in Equatorial Guinea, I was able to take the test.”

Teresa describes working at MCD as a “godsend.” When she joined the organization, public health was a foreign subject to her and so was the role of monitoring and evaluation in the malaria elimination process.

“The truth is that my career at MCD has been one of the greatest achievements in my life, professionally and personally. I always wanted to study a science related to health, but, due to financial constraints, I never could,” she said. "Thanks to MCD, I have completed my specialization in management skills for health management, and I am about to complete my master's degree in public health.”

For Teresa, studying or having a career aren’t the only factors that can empower women. For her, women's empowerment and inclusion come from something much bigger, from breaking the barriers of stereotypes, breaking all that women impose on other women.

“I believe that this should start from us women, from one woman to another, from a sister to another sister, from a mother to another mother, from a friend to another friend — seeing yourself in other women and supporting each other,” she shared. “Inclusion would be achieved if we, as women, break the stereotypes, the ethnic barriers, the barriers of capabilities, opportunities, and race. If we break all these stereotypes, then I believe that women will be empowered.”

Teresa believes that women must continue to work on creating the environment that they want and set the model for future generations. She believes that women should be the source of inspiration for other women through their capacity to stand up and be themselves and do everything possible to inspire inclusion.

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Cuando ser fuerte es la única opción

Hoy, Teresa Ayingono es una profesional, mujer y madre exitosa, pero no siempre ha sido así. Durante mucho tiempo en su vida, ser incluida y valorada por su valía vino con condiciones. Gracias a su fuerza y a la de otras mujeres que la inspiraron y animaron a seguir adelante, espera inspirar a otras en el Mes de la Mujer.

Desde muy joven, Teresa supo que ser fuerte no era opcional para ella, porque las mujeres tienen que ser fuertes. También sabía que, como mujer, la inclusión no siempre estaba garantizada. Hija de un embarazo adolescente, Teresa fue criada por su abuela hasta que tuvo unos 8 años.

"Sólo entonces vino mi madre a buscarme. Mi madre no tuvo la suerte de tener apoyo, me tuvo muy joven y, por tanto, no pudo continuar con sus estudios", cuenta.

La vida con su madre no era lo que Teresa, a sus 9 años, había imaginado. Para mantener a Teresa y a su hermana pequeña, su madre hacía comida para que ambas la vendieran en la calle después del colegio, lo que significaba que la mayoría de los días sólo comían a última hora de la tarde, cuando su madre por fin tenía dinero y comida que preparar para su hogar. Además de ver a su madre luchar por llegar a fin de mes, también la vio sufrir innumerables relaciones infructuosas, que incluían acoso verbal y físico.

"En este sentido, mi madre siempre ha sido mi inspiración porque, pese a todo, nunca dejó de luchar; siempre tuvo coraje, fuerza de voluntad e impulso de superación, y por eso siempre me he inspirado en ella, que llegó a vender su propia ropa cuando no tenía dinero para matricularme en la escuela, y es con la misma fuerza con la que afronto las situaciones de mi propia vida", comparte Teresa.

Fue entonces cuando Teresa se marcó un objetivo, jurándose a sí misma que haría todo lo posible por superarse y terminar sus estudios, y así lo hizo.

Antes de incorporarse a MCD a mediados de 2017 como gestora junior de monitoreo y evaluación para el Proyecto de Eliminación de Paludismo en la Isla de Bioko (BIMEP) en Guinea Ecuatorial, Teresa estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Guinea Ecuatorial. Cuando estaba a punto de licenciarse, se quedó embarazada y tuvo que interrumpir sus estudios. En ese momento, pasó a depender económicamente de su marido que, por desgracia, no apreciaba los conocimientos y las aportaciones que ella aportaba al hogar.

"Cada vez que teníamos un problema en casa, yo no podía decir nada", cuenta. "Él me decía: 'Tú dices esto porque has estudiado, por eso crees que sabes; lo que yo digo es lo correcto porque yo soy el hombre y tú eres la mujer, además esta es mi casa y en mi casa se hace lo que yo digo”.

Tras su divorcio, Teresa contó con el apoyo de una tía, que la acogió a ella y a sus dos hijas mientras Teresa buscaba la forma de empezar de nuevo y mantenerse a sí misma y a su familia. Mientras trabajaba en un supermercado, vio un anuncio en la tele sobre un puesto vacante en el BIMEP y decidió presentarse.

"Cuando me llamaron para la selección, interrumpí mi jornada de trabajo en el supermercado y me fui directamente a MCD a hacer el examen. Ni siquiera tenía dinero para coger un taxi, así que llegué tarde, y entonces me enteré de que los demás ya estaban haciendo el examen. Gracias al jefe de la organización aquí en Guinea Ecuatorial, el Sr. Wonder Philip Phiri, Director Nacional en Guinea Ecuatorial, pude hacer el examen".

Teresa describe el trabajo en MCD como un "regalo divino". Cuando se incorporó a la organización, la salud pública era un tema extraño para ella y también lo era el papel del seguimiento y la evaluación en el proceso de eliminación del paludismo.

"La verdad es que mi carrera en MCD ha sido uno de los mayores logros de mi vida, profesional y personalmente. Siempre quise estudiar una ciencia relacionada con la salud, pero, por limitaciones económicas, nunca pude", dijo. "Gracias a MCD, he completado mi especialización en habilidades directivas para la gestión sanitaria, y estoy a punto de terminar mi máster en salud pública".

Para Teresa, estudiar o tener una carrera no son los únicos factores que pueden empoderar a las mujeres. Para ella, el empoderamiento y la inclusión de las mujeres vienen de algo mucho más grande, de romper las barreras de los estereotipos, de romper todo lo que las mujeres imponen a otras mujeres.

"Creo que esto debería empezar por nosotras, las mujeres, de una mujer a otra, de una hermana a otra hermana, de una madre a otra madre, de una amiga a otra amiga, por vernos reflejadas en otras mujeres y apoyarnos mutuamente", afirma. "La inclusión se lograría si nosotras, como mujeres, rompemos los estereotipos, las barreras étnicas, las barreras de capacidades, de oportunidades y de raza. Si rompemos todos estos estereotipos, creo que las mujeres se empoderarán".

Teresa cree que las mujeres deben seguir trabajando para crear el entorno que desean y establecer el modelo para las generaciones futuras. Cree que las mujeres deben ser fuente de inspiración para otras mujeres por su capacidad de levantarse y ser ellas mismas y hacer todo lo posible para inspirar la inclusión.

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